martes, 21 de mayo de 2013

¿Se puede medir el aprendizaje?


Para la elaboración de este proyecto, hemos entrevistado a Esther Mena, docente de la universidad de Málaga y partidaria de la rúbrica como método de evaluación. La rúbrica es un método de evaluación basado en separar todos los contenidos calificables para que el alumno sepa con exactitud cómo se le va a calificar, haciendo la calificación más simple y transparente.

Lo negativo de este método es que todo está basado en la nota final, sin tener en cuenta el proceso, además de que el alumno se limita sólo a contestar lo que le piden, sin dar pie a su reflexión y opinión propia, limitando su creatividad y suprimiendo el valor protagonista del alumno.

Como dice Esther, los problemas de la rúbrica suponen, por parte del docente, dedicarle un esfuerzo extra y trabajo diario, por lo que muchos profesores no están dispuestos a llevarla a cabo.

Atendiendo a la entrevista y a nuestra propia experiencia, podemos afirmar que, en general, sólo se califica según el producto final (el examen), sin tener en cuenta, en la mayoría de los casos, todo el trabajo del alumno durante el curso que no se muestra en el examen.

¿Realmente con un examen podemos saber lo que el niño ha aprendido? ¿Y mediante la rúbrica?

Nuestro pensamiento es que no. Que el aprendizaje no se puede medir, pero sí se pueden valorar las condiciones en las que se realiza. El docente debe crear un contexto de situaciones que favorezcan la comunicación y la libre expresión del alumno.

Por otra parte, entendemos la evaluación como una herramienta en la que se ayude al niño a comprender para mejorar, mientras que la calificación es sólo un sistema de poder del profesorado en el que se selecciona y se excluye a los alumnos.

Aparte de la rubrica existen otros métodos de evaluación que consideramos mejores para observar el aprendizaje y el progreso del alumno. Como por ejemplo los e-portafolios que defiende, entre otros  @juandoming.

Por nuestra propia experiencia este método es más personal y permite que el alumno exprese sus conocimientos y opiniones, promoviendo la autocrítica y la reflexión. En la asignatura de Teoria de la Educación con Francisco Javier Torres Moya realizamos un ensayo en el que cada alumno plasmabamos nuestras opiniones y vivencias personales relacionándolas con la teoria. En esta misma asignatura nos autocalificamos el trabajo de grupo ya que el profesor sólo conoce el producto final mientras que el proceso sólo es connocido por nosotros. 

Este es un sistema similar al utilizado por Fernando García Gutiérrez que después de que se autocorrijan los ejercicios los propios alumnos, dice lo siguiente: "Para mí, esa asunción responsable y personal es más valiosa que la que pueda tener yo mismo." 

Creemos que debería aplicarse la evaluación tanto en los centros como a los alumnos y profesores para mejorar la calidad de la práctica. La calificación sólo sirve para seleccionar, estratificar, diferenciar a los alumnos entre ellos creeando competitividad. ¿Eso es lo que realmente queremos en la escuela?
Como bien dice Paco Espadas "Hay que preocuparse mucho más por la educación que por la evaluación".